Reflexiones y sugerencias del Dr. Atilio O. Diorio

                Vamos a adjudicarle parquedad a esta nota.   Pero ello no obsta a que su conceptualización sea el norte de esta nave intelectual.
               «Sic umbra cum declinant» – salmo significante en cuanto  qué rápido se desaparece el día. A lo innegable de esas expresiones religiosas, no es lícito negarles la adición del impulso que al diario vivir irroga el factor tecnológico. Sumatoria que conlleva el admitir lo difícil  que se presenta dedicarle lapsus temporales al «disfrute de la lectura».
            Podemos instalar un eslabón más como enlace sociológico a esa premura vital.  Recurrimos  a Rodolfo Luis Vigo (h) quien en el prólogo de su volumen  «Visión  crítica de la historia de la filosofía del Derecho» nos transmite: «La reflexión acerca del derecho es un verdadero servicio que podemos y debemos prestar al hombre problemático  y problematizado de nuestro tiempo. Ese hombre que vive exigido por tener y ocupado en lo urgente, ha perdido en gran medida el significado profundo de su ser y de lo necesario e importante».
        A su vez, no es dable obviar la necesidad de poner orden y desenredar madejas en asunto de tanto fuste como ofrécese el thema de la pena de muerte.
         Respecto al cual, estimamos que siempre está de moda – sin descubrir la pólvora.
       Cuadro de actuación este último, que nos  persuade  – como en opus precedentes – a sugerir su relectura y relacionarlos a otros asuntos.
         Occidente ha receptado la abolición de la pena de muerte.  No se nos evade su consideración. En orden a lo cual, para una acabada toma de conocimiento, con el natural respeto del foco del eventual lector de este aporte, es de indicar sobre la misma «Albert Camus.  Arthur Koestler.  La pena de muerte. Emecé. 2003«.